top of page

Los Años Sesenta.

 

A comienzos de los 60 un nuevo estilo de música –el Pop- emerge de la mano de The Beatles, inaugurando una era dorada de la música popular. A partir de entonces nacieron muchas orquestas y grupos musicales a lo largo de toda la geografía mundial. Fueron los ya famosos y añorados "Años 60". Al comienzo de los sesenta, surgió en Huesca un aluvión de músicos jóvenes que inquietó a los de siempre, tanto que en estos tiempos que corrían los nuevos conjuntos tenían dificultades para conseguir el carnet profesional del Sindicato del Espectáculo. Fue la época de "Los Gringos", "Los Simuns", "Los Bisoños", "Los Colores", "Los Rayos" y algunos más repartidos por la provincia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Historia de una ilusión.

 

"Yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat, ¡¡oh yeah!!"

 

Era el año 1966 cuando una cuadrilla de amigos de siempre, decidieron formar un conjunto de música moderna, ya que era el sueño de toda aquella generación, para lo cual cada uno se compró su instrumento en la única tienda de música que por entonces tenía nombre, Cesar Serrano de Zaragoza, a través de Don Jesús Asún profesor de música y exdirector de la Banda de Huesca, bajaron a Zaragoza a comprar lo imprescindible, unos amplificadores como cajones de naranjas, una guitarra Eko para el solista, un bajo Hofner (como el de los beatles) y una batería London Grey.

 

Los primeros componentes en serio del grupo fueron Fernando Ordas (Yimi) alma mater, guitarrista solista y dueño del primer local de ensayo en Baltasar Gracián (algún día pondrán una placa en la ventaneta), Pepe Campa cantante, con un mal micro, un amplificador Optimus, un estilazo de miedo y unas columnas de desecho de la parroquia del Instituto comenzó a dar sus primeros pasos, Enrique Susín, bajista y encargado del transporte (motocarro) así como Carmelo, batería.

 

Día tras día recibieron las lecciones de solfeo que el Sr. Asún dormitaba cada día ante un atril de fabricación propia casi de Iglesia. El nombre del grupo lo inspiró el Sr. Victorino, padre de Yimi que ante la pequeña estatura de Carmelo así como la juventud y comienzos titubeantes del grupo les dijo que eran todavía muy bisoños, lo que quedará para la posteridad como LOS BISOÑOS o BISOÑOS GROUP a partir del 1969. No sé si estaré equivocado pero Carmelo no debió decir nada en casa y cuando se le agotaron sus ahorros lo comentó en familia y se lo quitaron de la cabeza ya que 1.000 pesetas mensuales de las de entonces, eran el sueldo de un aprendiz a jornada más que completa. Con esta decisión el grupo se quedó sin batería y salieron a buscar uno tan bisoño como ellos. Era diciembre de 1966 y Yimi se lo comentó a un amigo del colegio, Julio Aznar que también era botones en un Banco y con toda la ilusión del mundo recibió el apoyo de su padre aunque tendría que pagarse la batería con su nómina, al final costó 12.000 pesetas casi el sueldo de un año. Pocos días después entró en el grupo José Antonio Perié con lo que nueva excursión a Zaragoza a comprar una guitarra, una preciosidad color madera blanca y de marca Élite, aunque nunca terminó de sonar demasiado bien.

 

Después de muchos ensayos y con un repertorio escaso nos presentamos al primer Festival de Conjuntos, Simuns, Rayos, Gringos y nosotros, quedamos muy bien a decir de nuestras incondicionales no sólo con nuestra música sino también con nuestros atuendos de polos azules celestes y de cuello largo. En aquellos días todos los grupos se pasaban por los locales de ensayo de los amigos y se compartían experiencias o se robaban acordes para luego probarlos en los ensayos, así Julio aprendió su primer acompañamiento a la batería con Lorenzo de Los Rayos con el éxito de The Animals "La casa del sol naciente". También había buenos amigos que sabían tocar y se pasaban a vernos, sobre todo Pedro Mínguez que tocaba muy bien la guitarra de acompañamiento y ayudó mucho en el montaje de canciones. Pedro fue el quinto Bisoño desde que entró a ver el primer ensayo y toda su ilusión era ser del grupo, aunque primero tuvo que cumplir con España. Aún lo recuerdo en una de las primeras actuaciones en el casino con el pelo cortado al dos tocando la guitarra de José Antonio al tener que ponerse a cantar por la retirada de Pepe Campa. Además nos venía a dar su apoyo en las primeras actuaciones, Barbués y Antillón, acompañado por Fina y Maite además del amigo López que los llevaba (qué peligro, se perdía y se orientaba por las estrellas). Las primeras canciones además de las instrumentales con punteos de Yimi, Guitarra Tango, Perfidia, y alguna de los Shadows, fueron "La tierra de las mil danzas" de Wilson Picket, "Congratulations" de Cliff Richard, "La, la, la, la" de Massiel y sobre todo las del disco de Yimi de guateques, Los Sirex, Los Mustangs y los Gatos Negros.

 

Una canción que sonaba muy bien y que les gustó mucho a nuestras fans de entonces fue "Dandy", la cantamos tres veces en las Fiestas del Perpetuo Socorro, y siempre nos la pedían después ya con Pedrito llegó nuestro compositor particular Enrique Capuz, que además de tocar de vicio varios instrumentos, tenía canciones registradas en la SGAE.

 

Canciones como "Resurrección" nos dieron un nuevo aire personal, aunque volvimos a cambiar todo el repertorio al comprar para Pedro el órgano Farfisa Compact, con lo que ganamos en melodía y nos extasiábamos con canciones como Nocturno y sobre todo con su "Blanca Palidez", música de baldosa muy apreciada en todos los bailes. El grupo fue mejorando en musicalidad aunque fallaba un poco en las voces con las correspondientes disputas, esto se terminó de fastidiar el día que tocamos en Alberuela de Tubo, donde llueven ranas, ya que nuestro cantante hasta entonces nos dejó tirados y volvió a Huesca en tractor (hostia en tractor, expresión de Yimi meándose de risa al enterarse) menos mal que Manolo Marco que hacía unos días que nos ayudaba y además era primo de la novia de Julio se decidió a entrar, con su gran bagaje de experiencia en uno de los mejores conjuntos de Zaragoza, los Kiowas.

 

Todo cambió y el repertorio se amplió con gran número de canciones que deleitaron a nuestros seguidores llegando al sumun cuando entraron Alejandro Santamaría, trompeta y José Antonio Laviña, Saxo, entonces las canciones sonaron diferentes y ya podíamos con Otis Reding, Carla Tomas, Pekeniques, Canarios, Bee Gees, Albano, Conexión y sobre todo con Tom Jones, nuestras actuaciones eran una contínua satisfacción, pero llegaron también los problemas, muchas horas y días dedicados a la música dejando algún que otro asunto particular pendiente, la cuerda se rompió por su lado más débil y ya nada fue igual, después de un cónclave para decidir si seguíamos o no se abandonó sin mirar atrás.

 

Era otra etapa de nuestra vida que teníamos que vivir de manera distinta al tener una familia que atender. Fueron los mejores días de nuestra vida le pese a quién le pese. Un recuerdo muy entrañable para lugares como Gurrea de Gállego en la Covacha, y después en la nueva pista que inauguramos, Ejea de los Caballeros y el Casino España, Lérida en Sícoris y un sin fin de lugares en que dejamos un poco de nosotros mismos, de lo que después aconteció cada uno tiene sus recuerdos y sobre todo para los que nos dejaron para siempre, Pepe, Carmelo y sobre todo Enrique, que desde el cielo nos sigan cuidando y que estarán para siempre en nuestros corazones.

 

Continuará.......

 

Escrito por Julio Aznar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la actualidad.

 

Han tardado más de cuarenta años en subirse de nuevo a un escenario pero la espera ha merecido la pena. El grupo oscense Los Bisoños regresa a la escena musical con "mucha ilusión" y ganas de hacer bailar a las nuevas generaciones de la ciudad.   El mítico grupo popero de los años 60 ha retomado varias décadas después su aventura musical. Los Bisoños decidieron reunirse 40 años después desde su disolución (1972). En esta nueva etapa y siendo un valor fundamental en Los Bisoños, se han subido al carro tres músicos más, Daniel Asta, Agustín Elson y Rafael Roche.

 

Historia de los Bisoños

bottom of page